Amortajada de escalofríos, lentamente esta vez me voy perdiendo en medio del escozor de sus miradas, sus miradas frívolas, indolentes, llenas de sarcasmo y esa especie de misericordia tuerta y sucia, esa que esboza lo lúgubre de sus caras, que ya no aportan a la sintonía que bendijimos. Separaron, alejaron y torturaron, olvidaron y botaron.No quiero ver, no quiero volver, no he de querer ser parte de esas mezquindades repugnantes. No pregunten qué pasa, no finjan desconocer lo que no he podido disimular. Se hace tarde y yo sólo quiero escuchar y volar, no necesito pensar, no hoy, no hoy con la humillación tan cerca. Me abstraigo del dolor y lo falso
Alto, sublime, donde sólo estoy yo.


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