Mi silencio, más que en una virtud, se ha convertido en una suerte de cadenas que atan hasta lo más profundo de mis sentidos, enervan mi cuerpo y mi sangre, y suben el calor hasta lo más divino. Demasiadas ideas inconexas, amortajada de suspiros. El deseo se hace vida, mas me es incontrolable.
No recuerdo como versaban esas viejas canciones, el tiempo ha gastado mis líneas, roido mis anhelos y aletargado mis fusiles.
¿Te gustaría acompañarme? quiero inventar este mundo y este hombre nuevo contigo, deseo que en el fragor de la lucha, sean tus ojos los que iluminen la senda de los que buscamos la libertad.
Es de noche, cada vez hace más frio, y no quiero morir hoy sin entender que la razon de mi silencio, es justamente que no es sólo mio.
3 comentarios:
El silencio es como la soledad, sentimos nos pertenece, pero también la compartimos, aunque cada uno la vive a su modo.
Saludos.
Tu texto, dentro de su belleza expresiva, confiesa el dolor existencial que puede ser tuyo o sólo ficción.
Ya sabes que la literatura es pura catarsis, creo que es la mejor forma de curarse uno sin ir al psicólogo porque vacía nuestras almas.
Tu blog está muy hermoso, fan de Cortázar. Yo amo a Neruda... jeje.
Un abrazo trasandino.
querer inventar el mundo con esa persona es el deseo realizable mas hermoso en estos tiempos...
me gusta mucho tu blog
te sigo (:
http://rubiadelacuartafila.blogspot.com/
Publicar un comentario